Vulnerabilidad

Hola soy la persona detrás de EmbracingEat.
No, no me llamo Vulnerabilidad jaja pero he decidido hablar de este tema porque cuando me encontré con ella inicio mi camino de amor propio y autocuidado.

Desde chica he lidiado con un matiz de perfeccionismo.. que de alguna manera me ha llevado a cumplir muchas de mis metas pero también a sentir que “no soy suficiente” en otras áreas de mi vida.
Cuando me atreví a verme tal cual soy, sin vendas, culpas, ni excusas.. no pude más que pedirme perdón por esta lucha constante conmigo misma.
Tener el coraje de ser imperfecta me hacer sentir más viva y más humana. Cuando intento “no ver” los defectos me pierdo también de las maravillas: no puedo insensibilidar selectivamente.
No hay luz sin sombra.
Aceptar mi vulnerabilidad y verla como algo necesario para mi plenitud, me ha permitido ser cada vez más compasiva conmigo y con los demás.
Y en este camino de autocompasión decidí estudiar nutrición y enamorarme de esta increíble forma de autocuidado.
Ahora nace EmbracingEat.. un espacio que te invita a abrazar tu ser auténtico.. a abrazarlo TODO aprovechando la alimentación para procurar tu salud y gozar los momentos.
Estoy agradecida de sentirme viva y vulnerable!!!
No, no me llamo vulnerabilidad … pero este camino si lleva su nombre.

Keep EmbracingEat

Regina Palacios

Entré a la licenciatura en nutrición creyendo que las dietas no servían.
Funcionarían si fueramos ratoncitos en jaula pero no siendo humanos; teniendo cuerpo, alma, espíritu; viviendo en sociedad.
No entendiendo que la salud es multidimensional, que es mucho más que un número en la báscula.
Y así fue… me gradúe confirmando mi teoría y sintiendo que algo me faltaba.
Por fortuna en medio de este mar de dudas me topé con el Mindful Eating. Estoy tan agradecida de haber encontrado esta dirección. 
La práctica del mindfulness ha transformado mi profesión,  pero sobretodo la forma de relacionarme conmigo misma y la alimentación.
Si me lo permites me encantará acompañarte en este camino…
Estoy segura que la única forma de comer sano a largo plazo, sin que esto sea el centro de nuestra vida ni implique un todo o nada, es haciéndolo desde el autocuidado y en coherencia con nuestros propios valores.
Con cada decisión alimentaria poderle decir a nuestro cuerpo “te quiero” y no un “necesito que seas diferente para poder quererte”.